Buenas :D
Bueno después de empezar la historia de Sammy, empecé a leer unos blogs magníficos sobre LJDH.
Y al principio me arrepentí un poco de haber empezado ya la hisotria, ya que me gustaría que fuera sobre la vida de los hijos de Katniss y Peeta. Pero entonces pensé: '¿Por qué no hacer dos historias?'
Espero acabarlas antes de que empiecen las clases, porque si no, apenas tendré tiempo. Un beso lectores, y nos vemos pronto :*

sábado, 7 de septiembre de 2013

Capitulo 3/2

 Siento que este capítulo es muy 'amor del siglo XXI' pero esque Aww *__* a mi me encantan estas cosas, y si a vosotros no, decírmelo.
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Primrose
¿Vestido? ¿Rosa? ¿Blanco? ¿Pastel? ¿Shorts? ¿Vaqueros? ¿Color? ¿Blusa? ¿Camisa? ¿Color? no puedo decidirme, es todo tan confuso. Voy a pasar la mañana, a solas, con Allen.
Me decido por una falda vaquera con peto, encima de una camiseta de tirantes estilo vintage y unas playeras color aqua.
Me pongo una diadema con lazito y acomodo los rizos con un poco de espuma.
Abro el cajetín que me regaló la tía, tiene tantas cosas...cuando levanto la caja se cae un sobre impreso con la palabra 'Instrucciones'
Dios mío, pienso, ¿Instrucciones para usar maquillaje? Guardo el sobre en un cajón.
Saco una paleta de sombras de todos los colores, rimmel, eyeliner y un pincel.
Me maquillo corriendo y salgo pitando por la puerta mientras grito : 'Mamá, voy a salir'
Llego corriendo a la pradera y le veo ahí, sentado en una manta de espaldas a mí.
Voy despacio por detrás y le tapo los ojos
-¿Quién soy?
-Mi princesa.
Se gira y me besa. 
Le siento queriendo más, pero no. Todavía no, un beso es suficiente.
Nos tumbamos en la manta y miramos al cielo. Bueno, lo miro yo, puedo sentir sus ojos sobre mí y me giro.
-Me dijiste te quiero -dice sonriendo.
-Te lo debía.
Se levanta y siento que se tensa. Ha cambiado mucho desde la última vez que le vi. Se nota que ha estado haciendo ejercicio, tiene unos músculos bastante desarrollados. Y a crecido. Un montón. Es altisimo, y la tía Effie tenía razón. Ni con unos tacones de 15 cm le voy a alcanzar. Me recuerda un poco al tío Gale.
-No quiero que me lo digas porque así debes.
Ese ha sido mi error, me da orgullo expresarme. Me levanto yo también.
-No, escucha, yo quería decir... a ver, no sé como expresarme. Desde que me dijiste te quiero sigo pensando en ello, y de verdad, que yo también te quiero. 
Sigue sin mirarme.
-Allen, te quiero. Podría no decírtelo  pero te lo digo. Te quiero, y me gustas y me encanta pasar tiempo contigo.
Por fin gira la cabeza y bufa.
-Te quiero -digo entrelazando mis dedos con los suyos- te quiero -entrelazo la otra mano-te quiero- me subo a horcajadas sobre sus piernas- te quiero- le digo al oído.
Siento sus labios sobre los míos y su lengua explorando mi boca. Entrelazo mis manos detrás de su cabeza y él me acerca más de la cintura. Después de un beso, viene otro y otro y otro.
Katniss.
Seguramente Primrose se ha ido a ver a Criee. Finnick está jugando con sus amigos de aquí al fútbol cerca de la pradera y Peeta está horneando un pastel. Lleva como 5 de prueba, para ver cual le va a hacer a Prim en su cumpleaños.
Mejor subo arriba a cambiarme y voy a tomarme un café con Robin, la madre de Criee.
Subo las escaleras y cuando paso al lado de la puerta de Prim, esta esta entrecerrada y veo dentro un desastre.
Voy a matar a esta niña.
La cama esta llena de ropa desperdigada. En el armario sólo queda un vesito negro con lentejuelas anchas que le da toques de color. Y debajo una caja de zapatos. Pero lo que me llama la atención es una caja del suelo, en la que pone MAC. Effie me contó que quería darle algo de maquillaje o nosequé a Prim, supongo que será eso. 
Estoy decidida a irme, y me recuerdo regañar a Prim cuando venga. Cuando por el rabillo del ojo  veo un sobre blanco en el que pone con simples letras: 'Instrucciones'  le doy la vuelta al sobre para abrirlo y siento que me mareo cuando veo la grabación que tiene por la parte delantera. No se como, pero he acabado en el suelo de rodillas.

Peeta.
BUMP.
¿Qué habrá sido ese ruido? Bueno Katniss está arriba, seguro que se le habrá caído algo. 
Y entonces lo oigo. Es tan bajito que alguien normal no se habría dado cuenta, pero llevo muchos años al lado de Katniss y muy pendiente de ella para saber que está llorando.
Dejo todo tirado en la cocina y subo arriba lo más rápido que puedo, para encontrarmela de rodillas en la habitación de Prim, con su cara llena de lágrimas, grandes lágrimas que sólo he visto en pesadillas. Una carta en su regazo y un sobre blanco en el suelo, un sobre con la insignia del Sinsajo puesta en él. 
Esto no es bueno, pienso, antes de que Katniss se dé la vuelta y me mire.
La cojo en brazos y la llevo a nuestra habitación. Inmediatamente junta las manos detrás de mi cuello y empieza a llorar en mi hombro. Tengo que saber lo que pone en la carta, pero lo primero en mi lista de prioridades es ella. Ella, y los niños.

Finnick.
 El balón sale fuera del campo y se va doblando la esquina hacia la pradera.
Me toca a mi ir a por él, soy el que más rápido corre, y estoy muy orgulloso de ellos. Tomo una nota mental para agradecerle al tío Haymitch por sus entrenamientos.
Cojo el balón y mientras me levanto veo a una chica a horcajadas sobre un chico que se parece muchísimo a Allen (el chico que le gusta a mi hermana). Esto tengo que decirselo, pero entonces me doy cuenta de que la que está besando a Allen es mi hermana.
PUAAAAJ ! Que asco, pero estoy feliz por ella.





martes, 3 de septiembre de 2013

Capitulo 3

Quiero pedir perdón por el capítulo anterior, ya que contenido interesanta, interesante, no tu~vo mucho, pero esque necesitaba hacer una introducción y pronto vereis porque :D
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Primrose
Había pensado en enseñarme a mi madre el vestido, los zapatos y la cajita, ya que el resto se lo había quedado la tía para envolverlo y dármelo el domingo. Pero cuando llegué, papá me dijo que se había ido a ver a una vecina. Me resultó raro, ya que aparte de Robin (la madre de Criee y Allen) no conoce a mucha más gente aquí en el 12.
Entre tanto Finnick ya había venido, me cambio con un vestido de verano y los tres fuimos a ver lo que quedaba de la familia de mi padre. Me encantan estos paseos con mi padre hasta llegar a la panadería. No es la misma que antes, debido a las bombas y todo eso, pero es la panadería de la familia de mi padre, y sé que le tiene muchísimo cariño.
Katniss
Pese al paso de los años, sigo corriendo tan rápido como me permiten mis pies por el bosque con la chaqueta de cazador de mi padre.
Tengo que buscar en uno de los árboles un arco, porque el mío lo tengo en casa.
Siempre vengo a cazar con Prim, Finnick se parece más a su padre. No le entusiasma lo de la caza, pero hoy no podía.
Por el camino encuentro un ciervo y me acuerdo de ese día en el bosque con Gale. Llego al lago y me quito la ropa para meterme en él. Como siempre el baño es bastante reconfortante y me recuerda a mi padre.
Tres brazadas para delante y dos a la izquierda el agua empieza a menguar un poco y sigo nadando hasta que llego a tierra. Delante tengo un árbol enorme y con un tronco bastante grueso. Di dos golpes en el tronco y como me lo esperaba estaba hueco. Lo rodeé y encontré una apertura.
Narrador.
Katniss sacó el arco del tronco grueso. Era justo como ella lo recordaba:
Bastante grande y con unos trazos muy bonitos, unas flores y unos remolinos tallados en la gruesa madera que compone el arco. 
De vuelta recoge unas cuantas saetas, caza unas ardillas y un pavo y vuelve a casa para cocinarlo mientras los niños y Peeta están visitando a su familia.
Mientras tanto, en la plaza del pueblo.
Golpeo el balón y pasa entre las dos latas que nos sirven como portería. Mis tres mejores amigos y yo que estamos en el mismo equipo, gritamos a la vez '¡Gooooooool!'
Pero yo me quedo a la mitad de las 'oooos' porque girando la esquina de la plaza aparece lo más hermoso que he visto en mi vida.
Su pelo negro esta suelto y la pequeña brisa lo ondea, al igual que ese vestido de seda con flores que le queda tan bien. De repente sus ojazos azules me miran y le doy la sonrisa más grande que he podido expresar en ese momento. Es preciosa. Su padre y su hermano entran en la panadería mientras ella les dice algo. Se queda en la puerta, mirandome y sonriendo. No me doy cuenta a que espera hasta que me guiña su ojo. 
No necesito más, salgo corriendo y cuando llego junto a ella la cojo de la cintura mientras se ríe.
Su risa es, es, es su risa. Es tan dulce, pero sin ser aguda, tan grave pero si ser de hombre. Y me doy cuenta de que me iba a dar igual la risa que tuviera, me parecería tan perfecta como ella.
Cuando la bajo me da un beso en la mejilla y me abraza.
-Me tengo que ir a visitar a mi familia. Había pensado que podíamos pasar la mañana juntos en la pradera.
-Claro que sí, princesa. Yo me ocupo, nos vemos a las 10.
-Hasta mañana, te quiero.
Y sale corriendo dentro de la panadería. 
Te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero, te quiero.
Esas 2 palabras resuenan en mi cabeza.
-Yo también te quiero, princesa. - pero ya ha entrado dentro.
Vuelvo a casa y me da igual que no haya acabado el partido, quiero que mañana sea perfecto.


lunes, 2 de septiembre de 2013

Capitulo 2/2

Primrose.
Voy  a mi habitación y coloco la ropa en los estantes, no es mucha ya que sólo vamos a estar aquí una semana, pero quiero proponerles a mis padres quedarnos aquí todo el verano. El 12 me agrada ya que me imagino a mi madre de pequeña por la Veta, siempre vamos las dos un día para visitar su vieja casa. 
La primera vez que fui había un gato en la mesa de la cocina, no era el gato más bonito que he visto, pero en cuanto lo vi corrí a cogerlo en brazos y a acariciarlo. Tenía 10 años y mi madre todavía estaba embarazada del pequeño Finn. Me explicó que era el gato de mi tía Primrose, y que me puso su nombre por ella. También me contó que el gato se llamaba Buttercup. Por primera vez le pregunta sobre la tía Primrose. Juntas fuimos y nos sentamos en una mesa y preparó dos tés. Fue la historia más triste que me han contado nunca:
-Tu abuela, como sabes es boticaria, y Prim siempre estaba a su lado cuando curaba gente. En un momento, se necesitó unos sanadores en el Capitolio, porque niños fueron atraídos por unos paquetitos plateados, creyendo que eran regalos ellos fueron. Pero no lo eran - mi madre empezó a llorar - los paracaídas explotaron y los sanadores bajaron a ayudar a los que todavía estaban vivos. Ahí estaba Prim, tan parecida a mama, con su pelo rubio y dispuesta a darlo todo por ayudar. Me di cuenta de que tu tía había madurado, ya no era la pequeña que yo protegí con mi vida cuando la eligieron en la cosecha. Vi a Prim, y la llamé. Apenas se oía mi voz, había demasiada gente. Creo que por fin me oyó porque se giró. Y en ese momento, los paracaídas volvieron a explotar.
A partir de ahí, ya no entendía a mi madre, lo único que podía oir eran sus sollozos, yo también estaba triste, pero aunque era todavía pequeña pensé que tenía que ser fuerte por ella, y apoyarla. Era la primera vez que la veía llorar, y sabía que si lo hacía, tenía que estar muy triste.
Cuando acabo de colocar las cosas, me cambio a unos pantalones cortos blancos, una camiseta rosa con nudo delante que deja ver media tripa y unas sandalias blancas. Es el conjunto favorito de la tía.
Voy a su casa y juntas nos vamos al centro comercial, por el camino empieza a hablarme:
-¿Sabes princesa? El Distrito 12 a cambiado muchisimo, cuando vine aquí en la segunda cosecha que salió elegida tu madre, nunca me imaginé que acabaría viviendo aquí con Haymitch... lo de centro comercial nisiquiera se sabía lo que era, y todo estaba lleno de niños a los que se les veían las costillas más de lo normal. Obviamente, yo antes envidiaba eso, estaban tan delgados... pero desde la revolución comprendí que eso no es bueno.
Katniss
Prim ya se ha ido con Effie de compras, a Finnick lo he envíado con Haymitch y ya sólo me queda hablar con Peeta, que está fuera regando las primroses que plantó hace tanto tiempo. Cuando lo ví entonces, a él, plantando esas  hermosas flores, me dí cuenta más que nunca de lo mucho que le quería y no me dí cuenta.  Muchas veces me arrepiento tanto de mis sentimientos contradictorios entre él y Gale, hice a los tres sufrir, y eso no fue sano para ninguno. Me siento mal porque los dos me han perdonado. Me casé con Peeta y Gale vino a la boda acompañado de Annie y el pequeño Finnick. Me alegro tanto tantísimo de que los dos hayan encontrado la felicidad. Por supuesto que consiguió muchisimo convencer a Annie de que debía seguir con su vida, que Finnick así lo habría querido. Con los años, ella comprendió que así era, que no podía sola con un monstruito que se parecía tanto a su padre. Aunque ella y Gale no están juntos claro que no, pero tienen una amistad incluso mejor de la que teníamos Gale y yo. Gale tampoco ha buscado a otra chica, a dicho que tiene suficiente felicidad con cuidar a Annie y a Finn,  y que todo el amor que ellos le dan es muchisimo mejor que el amor que podría obtener de una pareja.
Nisiquiera he abierto la puerta del todo y Peeta ya se ha apresurado a llegar, cogerme en brazos y llevarme otra vez dentro. 
Los dos nos colocamos en el sofá juntos, como siempre. Peeta me da un beso de los suyos lleno de amor, de esos que hacen que se me vuelva a romper el corazón en mil pedazitos.
-¿Querías hablar?
-Si, ya sé que regalarle a Prim.
Peeta deja de besarme el cuello y escucha impaciente.
-El otro día recordé dónde mi padre escondía su arco, en serio, es precioso. Es el arco más bonito que he visto nunca. No puede compararse con los electrónicos que estan saliendo ahora, es maravilloso. Y después de que le enseñé a Prim tiro con arco el año pasado, siempre ha querido uno.
-Me parece una idea maravillosa. Pero yo sigo sin saber que regalarle.
-Eso se lo vamos a regalar juntos.
-No -dijo rotundamente- se nota que ese regalo es algo tuyo, es un arco. Aparte de la trenza que sigues llevando desde que te conozco, cada vez que un habitante de Panem ve un arco, piensa en tí -dice dándome un beso en la punta de la nariz - y sólo en tí -vuelve a besarme en la coronilla - como yo hago todos los días de mi vida. - Esta vez llega un beso en los labios.
Prim
-Tía, ya hemos entrado como en 50 tiendas, me has comprado un montón de ropa. Demasiada, diría yo. ¿Podemos volver ya?
-No, todavía nos falta el vestido que vas a llevar el  domingo y los zapatos, accesorios, pintauñas y en fin, muchas cosas princesa.
Bufo.
-¿Todavía no has visto ninguno que te guste mucho,mucho ?
-No, mira. Entramos en esa última tienda -digo señalando una negra al final del pasillo - y si no encuentro ningun vestido, volvemos a por el blanco que vi en la primera.
- Vale - responde mi tía con una voz muy cantarina.
Soy consciente de que no es mi tía de verdad, pero así lo siento. Y así me lo enseñaron desde que nací. Ademas, la quiero como  si fuera una segunda madre.
Entro en la tienda y al final del todo veo un vesito de tirantes gruesos, negro con lentejulas enormes transparentes que con la luz parece que el vestido tiene millones de colores incrustados. 
-Ese tía, quiero ese.
La tía Effie mira y siento que está satisfecha con la elección.
Entro en el probador y en 5 segundos ya tengo el vesito puesto, es perfecto. Aunque un poco corto. 
Destapo la cortina y la tía se queda en plan 'shock'
-Estas despampanante 
-¿Despan qué?
-Estupenda, maravillosa, preciosa.Esta hecho para tí.
-Me parece un poco corto.
-¿Bromeas? Te tapa justo lo debido y un poco más. Te quedas con este, y mira lo que he encontrado -dice a la vez que levanta unas sandalia azules oscuras que estan formadas por dos correas anchas que se juntan delante en dos lazitos y unos tacones tan altos que se los puedes atravesar a alguien y que le salgan por el otro lado.
-Son geniales, demasiado altos, pero geniales.
-Da igual, tu eres bastante bajita - cosa que es verdad, ya que sólo mido 1'60- y además aun con estos tacones no vas a poder llegar a la altura de Allen.
-Si, es verdad, Allen es bastante alto -digo antes de darme cuenta del error- Espera, ¿qué?
-Cariño, se perfectamente que hay atracción entre vosotros dos, se lo puedes esconder a tu madre, pero NO.A.MI
Effie
Siento que la cara de Prim enrojece.
-Tranquila cariño, todos hemos tenido pequeños amores a tu edad, es normal.
-Esque, no es exactamente amor, yo... no lo sé.
-Que te parece si tu y yo pagamos el vestido, y de camino a casa me lo cuentas.
-Encantada.
Mientras vamos camino a casa Prim me lo cuenta, estoy tan sorprendida de su historia que nisiquiera sé que consejo darle.
-Así que haber, el te dijo que te quería y se fue. Así corriendo. ¿Y no volvisteis a hablar del tema?
-No, él no sacó el tema y yo tampoco.
-¿Pero, tu qué sientes pequeña?
-Lo mismo que me dijo mamá que siente por papá.
-Te pierdes en sus ojos -susurré,aunque tan alto para que ella lo oyera.
Haymitch no tiene los ojos más bonitos del mundo, pero aun así me pierdo en ellos. Hace tiempo leí en un libro, que da igual el color que tengan los ojos, lo importante es lo que expresan.
-Creo que deberíais hablarlo, en cuanto podais estar solos.
-Ya lo había pensado...
-Que sea rápido, y me cuentas que tal te va, porque había pensado invitarlos a tu cumpleaños ya que Robin y tu madre se llevan bastante bien, y tu y Criee sois muy buenas amigas.
Sentí que a mi sobrina le encantaba la idea. 
-Muchisimas gracias tía - me dijo mientras me estampaba un beso enorme en la mejilla.
Primrose
Llegamos a casa de la tía, porque dijo que me quería dar una cosa.
-¿Otra cosa más? Mamá te va a matar por tantos regalos
Ella empezó a reirse con su voz cantarina sin hacer caso y siguió buscando en los cajones de su habitación.
Me dió una caja en la que ponía con grandes letras mayusculas MAC.
-Esto, es una reliquia de mi familia, desde antes de Panem, desde hace muchísimo tiempo. Es maquillaje, quiero que lo tengas tú.
Me sentí abrumada por la idea de que me diera algo tan importante para ella.
- No puedo, enserio. Pertenece a tu familia, y te lo tienes que quedar.
Effie esboza una sonrisa triste.
-Princesa, vosotros sois mi familia ahora. Seamos sinceras, yo ya estoy muy mayor como para usar tanto maquillaje, con un poco de base y polvos me vale. Tengo un montón, además también estoy muy mayor para tener hijas, y tu y Finn sois lo más cercano a hijos que he tenido nunca. Quiero que lo tengas tú, y que lo uses el domingo. ¿Me lo prometes?
- Te lo prometo.
Le dí un beso y me fui a casa muy feliz.
 

domingo, 1 de septiembre de 2013

Capitulo 2.

Holaa :D Bueno, ya he vuelto de vacaciones y ahora tengo internet nelimitado, por lo que podré escribir más a menudo.
No sé cuantas personas están leyendo este blog, y estaba pensando seriamente en dejarlo ya que no me esperaba ningún comentario al volver. 
Y me llevé una gran, gran sorpresa al ver que si que había alguien que lo estaba leyendo.
Me hace muy feliz que comenteis y por favor, si sois más decirme vuestra opinión también :D
Bueno, como hace mucho que no subo, intentaré que este sea bastante largo, no me entretengo más que Annie está esperando este capitulo.
Besoos :*
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Desde la perspectiva de Prim.
-Prim, Prim. Despierta cariño.
Al principio pienso que estoy soñando, pero no. Es mi madre que me despierta, me quedé dormida en el tren.
-¿Hemos llegado ya? 
Como siempre que me despierto me da un beso en la frente, una vez la escuche hablando con papá, le decía que cada vez que Finn o yo despertabamos, ella sentía una gran felicidad de saber que estabamos bien. Entonces yo era pequeña y no lo entendía, pero años más tarde, en clase de 'Historia de Panem' me di cuenta de lo mucho que habían sufrido mis padres, y de por qué se sienten tan felices cuando nosotros despertamos.
Mamá a veces es un poco sobreprotectora, pero nunca la culpo, y tampoco pienso hacerlo.
-Si cariño ya hemos llegado, coge tu maleta y tu bolso, que nos están esperando los tíos.
Me levanto de la silla y busco mi maleta en el casillón de arriba, cuando voy a coger mi bolso noto una luz turquesa que llega desde dentro. Es el LED de mi teléfono que indica que tengo un mensaje.
Meto la contraseña y espero a que se cargué.
  

                                            Mensaje de: Criee

                                            ¿Os falta mucho? Tengo muchisimas ganas de verte,
                                            y no veas lo loco que se ha puesto Allen cuando le 
                                           dije que ibas a venir.
-Primrose, tenemos un poco de prisa -Esta vez es mi padre.
Guardo el móvil en el bolsillo y me prometo que le responderé en cuanto pueda.
-Ya voy papá.
Cuando salgo del tren veo a la tía Effie. Sólo hace 3 meses que la vi por última vez y ya se ha cambiado el color de pelo, aunque se ha puesto unas extensiones que le llegan hasta la cintura.
-Hay cosas que no cambian -dice mamá mientras le da un abrazo a la tía.
-Al menos esta vez es un color normal -añade papá riéndose mientras le da otro.
-Mmmm... y ¿Qué color es? Yo también estoy pensando en darme un cambio, y me gusta bastante.
No me imagino a mi madre tiñendose todos los meses como la tía Effie.
-¡Es Caoba!
Los tres empiezan a reirse y yo y Finn nos miramos a la vez, me encojo de hombros y sonreímos también.
La tía se acerca y le revolotea el pelo a Finn mientras le estampa unos labios rosa claritos en la mejilla izquierda, luego viene y me da un abrazo tan fuerte que me quedo sin aire. Ella siempre quiso una niña, y me dijo que yo era para ella como su hija, y cada vez que me ve siento el cariño que me tiene.
- ¿Qué tal está mi pequeña princesa?
-Muy bien - respondo sonriendo- ¿y vosotros? ¿Dónde está el tío?
-Ahora que habeis venido mucho mejor, el tío ha ido un momento al super a comprar unas cosas, seguramente para cuando lleguemos a casa ya haya vuelto.
Subimos al coche de la tía y mientras ella y mi madre están contandose lo que han hecho en estos tres meses con todo detalle (como si no lo hicieran por el fijo todos los días, ¡Si se pasan el día hablando!), saco el móvil para responderle a Criee:
 
                                              
                                            Estamos en el coche, yo también te hecho de menos.
                                            Seguramente mañana pueda salir, hoy la tía me va 
                                           a llevar de compras por mi cumpleaños y luego iré
                                           a visitar a los abuelos.
                                           PD: Dile a Allen que tengo muchas ganas de verle
                                           también.
Criee es mi mejor amiga, tengo amigas en el 1 también, claro. Pero Criee es la mejor, aunque la vea poco, se que siempre la voy a tener ahí. Es un poco bajita, morena con el pelo rizado y unos ojos verdes, con tonos de azul y marrón preciosos.Es como una hermana para mí y bueno, gracias a ella conocí a Allen, que es su hermano. Tiene 16 años, pelo rubio, normalmente se coloca el flequillo para arriba estilo viejo, como se llevaba en el siglo XXI.  Tiene unos ojos color cuarzo verde, no se si puede haber unos ojos tan bonitos. El año pasado le pregunté a mi madre que es lo que le gustaba más de mi padre, ella me dijo:
-No puedo elegir una sola cosa por la cual me gusta tu padre cariño, su forma de ser, su amabilidad. Y cuando me mira con esos ojos azules siento que me puedo olvidar de todo, y perderme en ellos para siempre.
Mi madre se ruborizó un poco cuando se dió cuenta de como se había abierto, pero la abracé y le dije:
-No lo entiendo enserio, pero me alegro de que te haya gustando papá.
Este año a sido el más "productivo" desde mi punto de vista, siento que he madurado mucho y ahora ya entiendo muchas cosas,  y cuando miro los ojos de Allen entiendo todo lo que decía mi madre.
La primera vez que le conocí tenía 6 años, y fue la primera vez que fui a comer a casa de Criee. Nos caímos muy mal, y casi siempre evitábamos hablarnos e incluso  mirarnos. Pero desde el año pasado no sé, estuvo bastante majo, y empezamos a hablar y nos empezamos a llevar bien también. No sé lo que somos, yo no abro el tema, y el tampoco. Pero cada vez que me coje la mano cuando paseamos por la plaza y me da besos en la mejilla al despedirse siento un escalofrio, y es así como entendí a mi madre. La primera vez que miré de verdad a Allen a los ojos, la primera vez que me dijo 'Te quiero, Prim' y se fué.
También hablo con el por mensajes, pero menos que con Criee, porque preferimos contarnos las cosas a las cara.
 Llegamos a casa y la tía nos deja colocar las cosas en las habitaciones, no sin decirnos :
-¡En cuanto acabeis os quiero en mi casa!
Va a ser la primera vez que celebraré mi cumpleaños en el 12, y según lo que me dijo Criee, Allen tiene algo preparado aunque no me ha querido decir el qué. Espero con ganas el mañana para verlos, y el domingo para ver lo que Allen tiene preparado.
También quiero decirle que también le quiero, en cuanto tenga un momento a solas con él, porque la última vez que le vi no le pude responder.